El uso clínico de las pruebas de función tiroidea
ResumenLas indicaciones del tratamiento sustitutivo con levotiroxina para el hipotiroidismo subclínico (HSC) siguen siendo objeto de debate, especialmente cuando se prescribe a los adultos mayores. Los resultados del reciente ensayo TRUST indican que la levotiroxina no mejora las puntuaciones de los síntomas clínicos entre los pacientes ancianos con SH. Mientras que existe mucha preocupación en relación con el dilema de introducir o retener la levotiroxina, se presta menos atención al diagnóstico diferencial de un nivel elevado de TSH, que es el requisito previo para diagnosticar el SH. A continuación, revisamos estas cuestiones a las que se enfrentan los endocrinólogos y los internistas/generalistas, tanto en la práctica como en la formación. Cuando un paciente presenta resultados anormales en las pruebas tiroideas compatibles con el SH, es necesario abordar una serie de cuestiones antes de considerar la aplicación de un tratamiento sustitutivo: en primer lugar, debe excluirse una elevación aislada de la TSH no vinculada a una patología tiroidea primaria; en segundo lugar, debe verificarse la naturaleza persistente de la elevación de la TSH del paciente y el perfil de SH; en tercer lugar, deben documentarse los síntomas de SH y las posibles complicaciones relevantes para el paciente concreto; en cuarto lugar, deben aclararse las expectativas del tratamiento sustitutivo con levotiroxina para el SH en el paciente concreto. Sólo entonces se podrá decidir si la sustitución con levotiroxina debe introducirse o no.
Consenso hipotireoidismo subclínico
Puntos clave para la práctica- Las hormonas tiroideas no mejoran la calidad de vida ni los síntomas relacionados con la tiroides en los pacientes con hipotiroidismo subclínico.- En los pacientes de edad avanzada, el tratamiento del hipotiroidismo subclínico no mejora la fuerza muscular ni la función cognitiva, sino que podría aumentar la mortalidad.- En las pacientes embarazadas y en las que tienen un nivel de TSH superior a 20 mIU por L, síntomas graves o una edad igual o inferior a 30 años, se desconoce el beneficio del tratamiento del hipotiroidismo subclínico.De los editores de AFP
El hipotiroidismo subclínico es un estado de contradicción, con un nivel elevado de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) que sugiere hipotiroidismo pero un nivel normal de tiroxina libre. Los síntomas que sugieren hipotiroidismo pueden estar presentes o no. El tratamiento del hipotiroidismo subclínico ha sido controvertido durante mucho tiempo debido a los aumentos normales de TSH con la edad, la variabilidad entre las mediciones de TSH y la preocupación por los daños del tratamiento.
Las directrices anteriores sugerían que el tratamiento con levotiroxina puede ser apropiado con síntomas de hipotiroidismo o un nivel de TSH superior a 10 mIU por L, basándose en pruebas limitadas. Un gran ensayo reciente en adultos mayores sugiere que el tratamiento no muestra ningún beneficio en muchas áreas y un posible daño. El Grupo BMJ/MAGIC trató de determinar si el tratamiento del hipotiroidismo subclínico aumenta las medidas de calidad de vida, mejora los síntomas o induce daños.
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Al editor: El análisis del Dr. Andrade sobre el ensayo de Bacloville en una reciente columna de Psicofarmacología Clínica y Práctica, en la que concluye que «el tratamiento individualizado con dosis altas de baclofeno (30-300 mg/día) puede ser un enfoque útil de segunda línea en bebedores empedernidos» y que «el baclofeno puede ser especialmente útil en pacientes con enfermedad hepática», merece un comentario.1
En segundo lugar, el Dr. Andrade debería haber advertido a los lectores de que los resultados de Bacloville son muy cuestionables y carecen de solidez. Aunque nos citó,3 pasó por alto las pruebas que aportamos indicando que el artículo de Bacloville4 se publicó sin reconocer cambios importantes en el protocolo inicial, que afectaban al resultado primario. Casualmente (aunque como escépticos, no creemos en las coincidencias), el equipo estadístico inicial fue cambiado cuando se vendieron los datos a la empresa farmacéutica francesa que solicitaba la autorización de comercialización en Francia. Como advirtió Ronald H. Coase, «si torturas los datos el tiempo suficiente, confesarán».
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La ictericia, también conocida como ictericia, es una pigmentación amarillenta o verdosa de la piel y la esclerótica debida a niveles elevados de bilirrubina[3][6] La ictericia en adultos suele ser un signo que indica la presencia de enfermedades subyacentes que implican un metabolismo anormal del hemo, una disfunción hepática o una obstrucción del tracto biliar[7]. [7] La prevalencia de la ictericia en los adultos es rara, mientras que la ictericia en los bebés es común, y se estima que un 80% se ve afectado durante su primera semana de vida[8] Los síntomas más comúnmente asociados a la ictericia son picor,[2] heces pálidas y orina oscura[4].
Los niveles normales de bilirrubina en sangre son inferiores a 1,0 mg/dl (17 μmol/L), mientras que los niveles superiores a 2-3 mg/dl (34-51 μmol/L) suelen provocar ictericia[4][9] La bilirrubina alta en sangre se divide en dos tipos: bilirrubina no conjugada y conjugada[10].
Las causas de la ictericia varían desde las relativamente benignas hasta las potencialmente mortales.[10] La bilirrubina no conjugada alta puede deberse a la descomposición excesiva de los glóbulos rojos, a grandes hematomas, a afecciones genéticas como el síndrome de Gilbert, a no comer durante un período prolongado, a la ictericia del recién nacido o a problemas de tiroides. [La bilirrubina conjugada elevada puede deberse a enfermedades hepáticas como la cirrosis o la hepatitis, infecciones, medicamentos u obstrucción del conducto biliar,[4] debido a factores como los cálculos biliares, el cáncer o la pancreatitis.[4] Otras afecciones también pueden causar una piel amarillenta, pero no son ictericia, como la carotenemia, que puede desarrollarse por comer grandes cantidades de alimentos que contienen caroteno, o medicamentos como la rifampicina.[4]