Persona que muere por falta de respiracion

¿Se puede morir por falta de aire mientras se duerme?

Hasta tres cuartas partes de los pacientes con cáncer terminal experimentan disnea, y muchos pacientes cercanos al final de la vida se presentarán en el servicio de urgencias en busca de ayuda. Para los médicos de urgencias, los objetivos de la atención a los pacientes con enfermedades terminales son muy diferentes. Este número revisa lo que los médicos de urgencias deben saber para manejar de forma segura, eficaz y sensible los angustiosos síntomas de la disnea.

La disnea es uno de los síntomas más angustiosos que experimentan los pacientes moribundos, y es una razón común para que estos pacientes busquen atención en el servicio de urgencias. Muchos estados de enfermedad subyacentes y enfermedades agudas causan disnea al final de la vida, y el tratamiento tiende a ser sintomático más que diagnóstico, especialmente en aquellos para los que la comodidad es el objetivo más importante. Los opiáceos son los agentes más eficaces y ampliamente estudiados disponibles para paliar la disnea en esta población, mientras que también pueden utilizarse terapias adyuvantes como el oxígeno, la ventilación con presión positiva no invasiva y los ventiladores manuales. Las benzodiacepinas también pueden ser útiles en determinados pacientes. La participación temprana de los especialistas en medicina paliativa y/o de los servicios de cuidados paliativos para los pacientes moribundos puede facilitar el manejo óptimo de los síntomas y la transición de los cuidados.

Medicamentos para la disnea

La falta de aire es un síntoma habitual en las personas que padecen una enfermedad terminal.  Puede ser angustioso para los pacientes, así como para los que les rodean, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudar a controlarla.

Cuando la disnea limita la capacidad de un paciente para realizar las tareas cotidianas, puede volverse más dependiente de los cuidadores. La disnea también puede limitar su capacidad de interacción social y de hacer las cosas importantes para él.

Pídale al paciente que califique regularmente la gravedad de su disnea del uno al diez y que lo anote en sus notas. Esto puede ayudarle a medir cómo cambia con el tiempo y a controlar la respuesta al tratamiento.

Puedes ayudar a abordar sus preocupaciones preguntando qué les ayuda a aliviar sus sentimientos de ansiedad; por ejemplo, que les cojan la mano o que se sienten en una posición diferente. También puede darles técnicas para ayudarles a controlar sus sentimientos de ansiedad y pánico.

Pregunte al paciente qué es lo que hace que su disnea mejore o empeore. Pregúntele sobre el impacto de la disnea en sus actividades diarias y en sus relaciones. Puede preguntarle cosas concretas, como qué distancia puede caminar sin quedarse sin aliento. También puede preguntarle qué es importante para él y si todavía es capaz de hacer esas cosas.

Disnea al final de la vida

La disnea es un síntoma común para las personas que viven con una enfermedad terminal.  Puede ser angustioso para los pacientes, así como para los que les rodean, pero hay muchas cosas que se pueden hacer para ayudar a controlarla.

Cuando la disnea limita la capacidad de un paciente para realizar las tareas cotidianas, puede volverse más dependiente de los cuidadores. La disnea también puede limitar su capacidad de interacción social y de hacer las cosas importantes para él.

Pídale al paciente que califique regularmente la gravedad de su disnea del uno al diez y que lo anote en sus notas. Esto puede ayudarle a medir cómo cambia con el tiempo y a controlar la respuesta al tratamiento.

Puedes ayudar a abordar sus preocupaciones preguntando qué les ayuda a aliviar sus sentimientos de ansiedad; por ejemplo, que les cojan la mano o que se sienten en una posición diferente. También puede darles técnicas para ayudarles a controlar sus sentimientos de ansiedad y pánico.

Pregunte al paciente qué es lo que hace que su disnea mejore o empeore. Pregúntele sobre el impacto de la disnea en sus actividades diarias y en sus relaciones. Puede preguntarle cosas concretas, como qué distancia puede caminar sin quedarse sin aliento. También puede preguntarle qué es importante para él y si todavía es capaz de hacer esas cosas.

Disnea al final de la vida tratamiento no farmacológico

A muchas personas les preocupa el uso de la morfina en los cuidados paliativos. La morfina y otros medicamentos de la familia de la morfina, como la hidromorfona, la codeína y el fentanilo, se denominan opioides. Estos medicamentos pueden utilizarse para controlar el dolor o la falta de aire durante una enfermedad o al final de la vida.    A los pacientes y a sus familias les preocupa a veces que los opiáceos aceleren el proceso de la muerte.

La morfina se utiliza a veces cuando una persona se encuentra en una fase avanzada de la enfermedad y su estado general está empeorando. Si la persona experimenta un dolor de moderado a intenso o dificultad para respirar, su médico le recetará a menudo morfina. Este opioide ayuda a mantener el confort de la persona durante toda la enfermedad y hasta el momento de la muerte. La persona se desploma a causa de la enfermedad con o sin la morfina.

Cuando un paciente recibe una medicación habitual para el dolor, como la morfina, en las últimas horas o días de vida, siempre hay una «última dosis».    Para la familia que está junto a la cama, puede parecer que el fármaco ha causado o contribuido a la muerte, especialmente si ésta se produce en pocos minutos.    Sin embargo, esta dosis no causa realmente la muerte de la persona.    Se trata simplemente de la última medicación administrada en los minutos u horas anteriores a que se produzca la muerte de forma natural.