Tendinopatía crónica

Síntomas de la tendinopatía degenerativa

Los participantes realizarán tanto un salto en caída de dos piernas (DLDJ) como saltos en caída de una pierna (SLDJ). Los participantes completarán un calentamiento estandarizado que consiste en 10 sentadillas de peso corporal, seguidas de 10 saltos de pogo en el lugar y 3 ensayos de familiarización para ambos. Se utilizará una caja de 30 cm para el DLDJ y una caja de 20 cm para el SLDJ. El participante, que estará descalzo y con las manos colocadas en las crestas ilíacas, deberá bajar de la caja y rebotar en la placa de fuerza lo más rápido posible, con el objetivo de alcanzar la máxima altura de salto. Se les instruirá para que mantengan la extensión de la rodilla y la cadera durante la fase de vuelo, y si hay evidencia visible de flexión de la rodilla o de un «salto de pliegue», la prueba se considerará inválida y se les pedirá que la repitan hasta que logren una prueba competente. La fase de contacto con el suelo se definirá por un GRF superior a 20 N y la altura del salto se calculará a partir del desplazamiento del centro de masa utilizando datos cinemáticos. El índice de fuerza reactiva (RSI), que es una medida de la altura del salto dividida por el tiempo de contacto con el suelo, se calculará tanto para el salto en caída de dos piernas como para el de una.

Tratamiento de la tendinopatía crónica

La tendinopatía crónica es un problema importante que afecta tanto a la población activa como a la menos activa. Puede provocar un dolor importante, limitar la actividad y causar dificultades tanto en las funciones profesionales como en el rendimiento deportivo.

Hay diferentes partes del cuerpo que suelen verse afectadas por la tendinopatía crónica. Entre estas afecciones se encuentran la tendinopatía del tendón de Aquiles y la tendinopatía rotuliana, así como el dolor alrededor del lado de la cadera (a menudo denominado «síndrome de dolor trocantérico mayor» o «bursitis trocantérica»), la planta del pie (fascitis plantar) o el codo («codo de tenista» y «codo de golfista»). Se trata de afecciones comunes, con un riesgo de fascitis plantar del 10% a lo largo de la vida, una incidencia de 1-3/1000 personas para la tendinopatía del tendón de Aquiles o el dolor trocantérico mayor, y cifras que se acercan al 50% en algunos deportes para la tendinopatía rotuliana.

Hay muchas opciones de tratamiento para los pacientes con tendinopatía, incluyendo varias formas de ejercicios de rehabilitación, inyecciones de esteroides, terapia de ondas de choque extracorpóreas (ESWT), nuevas terapias de inyección como la inyección de alto volumen (HVIGI) o la inyección de productos sanguíneos, incluyendo inyecciones de sangre autóloga (ABI) o inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP). Las pruebas de los beneficios de los tratamientos son inconsistentes y hay muchas incertidumbres en curso. La investigación llevada a cabo por el National Centre for Sport and Exercise Medicine East Midlands pretende mejorar estas pruebas y optimizar los tratamientos para estas enfermedades crónicas, a menudo muy limitantes.

Tratamiento de la tendinopatía degenerativa

2) NO hay ninguna prueba fehaciente de que estas lesiones estén causadas por la inflamación. Hay algunas sustancias bioquímicas inflamatorias implicadas, por lo que los antiinflamatorios tienen un papel a veces, pero también pueden ser inútiles en otras ocasiones.

3) La tendinopatía puede estar causada por muchos factores de riesgo diferentes. El principal factor es el uso excesivo o simplemente el exceso de ciertas actividades – estas actividades incluyen 1) las que requieren que el tendón almacene energía (es decir, caminar, correr, saltar), y 2) las cargas que comprimen el tendón. Algunas personas están predispuestas debido a la biomecánica (por ejemplo, la fuerza, etc.) o a factores sistémicos (por ejemplo, la edad, la menopausia, el colesterol elevado, etc.). Las personas predispuestas pueden desarrollar dolor en los tendones incluso con cambios sutiles en su actividad.

4) El ejercicio es el tratamiento más basado en la evidencia para la tendinopatía – los tendones necesitan ser cargados progresivamente para que puedan desarrollar una mayor tolerancia a las cargas que un individuo necesita soportar en su día a día. En la gran mayoría de los casos, la tendinopatía no mejorará sin este estímulo de carga vital.

Entrenamiento de resistencia lenta y pesada

ResumenEl tratamiento de la tendinopatía crónica dolorosa es un reto. Se utilizan múltiples métodos no invasivos y tendinosos. Cuando los tratamientos no invasivos tradicionales fracasan, las inyecciones de sangre autóloga de plasma rico en plaquetas o de cortisona se han convertido en un método cada vez más favorecido. Sin embargo, hay pocas pruebas científicas procedentes de estudios en humanos que apoyen el tratamiento con inyecciones. Como último recurso, se recurre a la cirugía abierta o endoscópica intra o peritendinosa, aunque también muestran resultados variables. Esta revisión de conceptos actuales del comité de ciencia básica de la ESSKA sigue a la primera parte sobre la biología, la biomecánica y la anatomía de las tendinopatías, para ofrecer una visión general de las últimas opciones de tratamiento de las tendinopatías según se recoge en la literatura.

El examen ecográfico y la EC guían el procedimiento quirúrgico artroscópico (examen ecográfico junto con artroscopia en el quirófano) que pretende ser mínimamente invasivo por fuera (lado dorsal) del tendón rotuliano proximal (Fig. 5).Fig. 5Imágenes que muestran el montaje quirúrgico artroscópico guiado por ecografía (flecha negra) (* y #). La imagen pequeña muestra la vista ecográfica, la flecha blanca señala la rasuradora colocada en el lado profundo del tendón rotuliano proximalImagen a tamaño completo